2018: el año electoral para la región latinoamericana
Alejandro Romero, socio y CEO Américas de LLORENTE & CUENCA
Claudio Vallejo, director Senior Latam Desk Europe en LLORENTE & CUENCA
Este 2018, es el año electoral para América Latina, ya que los principales países de la zona enfrentarán períodos de elecciones presidenciales, legislativas, regionales y municipales. Empezando con Costa Rica en febrero, El Salvador en marzo, Paraguay en abril y Colombia en mayo. Seguidas por México en julio, y finalmente, Brasil, Perú y (puede que) Venezuela en octubre.
Si bien es cierto que la realidad de cada país es diferente, la repercusión de este intenso calendario será global. Los comicios influirán sus relaciones con el resto del mundo e impactarán en el crecimiento que la región ha sostenido, de alguna manera, durante los últimos años. Este es un proceso en el cual los países en campaña representan al 80 % del PIB de la zona, por lo que este contexto alberga riesgos y oportunidades que marcarán la hoja de ruta del continente. Desde el punto de vista socio-económico, América Latina tiene que consolidar su crecimiento económico para lograr disminuir la pobreza, el trabajo informal y el aumento de la bancarización, entre otros factores. Por lo tanto, continuar, o comenzar con las regiones será clave para consolidar la zona y sacarla de la parálisis en la que está inmersa.
América Latina está pasando por una clara polarización de política, que no nos permite predecir los resultados. Por un lado tenemos a la llamada reacción popular, fruto del cansancio ante la corrupción y la desigualdad social de la zona. Por otro lado, tenemos a la clase media, cada vez más educada, que opta por el continuismo con reformas y ajustes, y apoya al libre mercado.
Los últimos años no han sido fáciles para el continente, en términos económicos, sociales y políticos. Por ello, las elecciones serán el resultado de los choques internos y externos generados por los retos políticos de cada país que tendrán un impacto global. Aunque, este proceso electoral está marcado por la incertidumbre, lo que sí es seguro es que la realidad de la región Latinoamericana depende, en gran parte, de quién esté al mando de los países, de sus relaciones con el resto del mundo, y de la toma de decisiones por parte de la sociedad en los próximos años.
Resumen del estudio publicado en Desarrollando Ideas.
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